Los suplementos dietéticos contienen una combinación de vitaminas y minerales e incluso otros ingredientes como enzimas, aminoácidos etc. Se comercializan en forma de tabletas, cápsulas, perlas, líquido… y contienen diferentes concentraciones.

Es importante recordar que seguir una alimentación saludable y equilibrada cubre las necesidades vitamínicas de una persona sana, solo en determinadas situaciones puede ser necesario consumir suplementos-

Durante la infancia

Los bebés recién nacidos que toman leche materna sea total o parcialmente, toman un suplemento de vitamina D diario (400 UI). Los bebés que toman leche de fórmula pueden ingerirla también como suplemento o con leches de fórmula fortificadas en vitamina D.

Los niños pequeños de países desarrollados y que siguen una alimentación adecuada, raramente requieren suplementos. En la infancia no se diferencia por sexo, pues hasta la adolescencia es indiferente si es un niño o una niña, pues las CDR serán las mismas para ambos sexos.

Pese a que la publicidad indica que para un óptimo rendimiento escolar y para los niños “mal comedores” es recomendable que consuman suplementos alimenticios, no lo es, es más, al consumirlos es posible que el pequeño esté recibiendo más vitaminas y minerales de lo que necesita, creando toxicidad debido al exceso de éstas (hipervitaminosis).

En la adolescencia

A no ser que el médico vea necesaria la ingesta de suplementos, no es recomendables que los adolescentes los consuman por el riesgo de hipervitaminosis.

Aunque los jóvenes deportistas profesionales a veces requieren de algún suplemento que cubra las necesidades nutricionales.  Los suplementos más habituales son los suplementos de proteína y/o los suplementos de hierro. A las chicas es posible que se les recomiende un suplemento de hierro, una vez inician la menstruación, en función de las pérdidas de sangre que puedan tener.

Edad adulta joven (20-40 años)

Tanto hombres como mujeres jóvenes suelen necesitar suplementos alimenticios para combatir el cansancio o el estrés ligados a la vida moderna. Es habitual tomar suplementos estimulantes o que mejoran la fatiga como:

  • Cafeína: habitual para reducir el cansancio, aumentar el estado de alerta, aumentar la concentración y disminuir el estado de fatiga.
  • Guaraná: parece mejorar la fatiga tanto física como mental, aumenta el estado de vigilia, incrementa el rendimiento deportivo y mejora la “agilidad mental”.
  • Complejo vitamínico B: las vitaminas del grupo B participan en el metabolismo energético, ayudando a convertir la comida en energía, por ello son excelentes para combatir el cansancio.
  • Vitamina D: ayuda a asegurar que el cuerpo absorba y retenga el calcio y el fósforo, ambos muy necesarios para el de los huesos. La deficiencia de vitamina D también aumenta el riesgo de fracturas óseas. En las mujeres será muy importante como prevención, ya que en un futuro serán más vulnerables a la pérdida ósea por ello es muy habitual su suplementación.
  • Hierro: las mujeres adultas, igual que las adolescentes, pueden requerir un suplemento de hierro por el incremento de las necesidades debido a las pérdidas de sangre ocasionadas por la menstruación.

Edad adulta (mayores de 50 años)

A partir de los 50 años en los hombres, y en las mujeres cuando se inicia la menopausia (promedio a los 45 años).

También se produce una importante variación de la composición corporal de las personas lo que conlleva un aumento de la masa grasa y un descenso en la masa magra, lo que provocará un mayor cansancio y fatiga. Por ello deberán tenerse en cuenta determinados nutrientes como:

  • Complejo vitamínico B (concretamente la vitamina B12): Las vitaminas del grupo B participan en el metabolismo energético, ayudando a convertir la comida en energía, por ello son excelentes para combatir el cansancio.
  • Vitamina D y calcio:la pérdida ósea se acelera a partir de los 50 años, sobre todo a las mujeres por la menopausia. Los estrógenos (hormonas femeninas) ayudan a mantener la masa ósea, por lo que una vez que estos empiezan a disminuir serán más vulnerables a la pérdida. Además, la vitamina D ayuda a reforzar el sistema inmunológico.

Vejez (mayores de 70 años)

  • Proteínas: debido a la pérdida de masa muscular de la propia edad, en caso de inapetencia o de consumir poca proteína animal a lo largo del día, los suplementos proteicos pueden ser necesarios, pues ayudarán a mantener la masa muscular y a mejorar el sistema inmunológico.
  • Probióticos: cada vez más existe una evidencia clara entre la microbiota y un adecuado estado de salud, el propio envejecimiento hace más vulnerable a este colectivo. Los alimentos probióticos contienen microorganismos, bacterias y levaduras, que participan en el desarrollo y equilibro de la flora intestinal y estimulan sus funciones protectoras.

Hierro y calcio durante el embarazo

El aporte de hierro y de ácido fólico se recomiendan especialmente en el embarazo.

  • Hierro: se estima que el 40% de las embarazadas del mundo sufre anemia. Al menos la mitad de esta carga de anemia se atribuye en principio a la carencia de hierro. Es uno de los elementos necesarios para la formación de hemoglobina, el pigmento que da color a los glóbulos rojos. Durante el embarazo el futuro bebé absorbe una tercera parte del hierro para la formación de la sangre y para crear reservas después de nacer, almacenándolo en el hígado. Por ello, es tan importante consumirlo en las cantidades necesarias y a muchas mamás se les prescriben suplementos de este mineral.
  • Ácido fólico o vitamina B9: es necesario para la formación de los glóbulos rojos y para el desarrollo del sistema nervioso del futuro bebé. Se ha demostrado que la toma de ácido fólico durante el primer trimestre y tres meses antes de la concepción puede prevenir una enfermedad congénita llamada espina bífida. Por ello también se suplementa en el embarazo.

Para prevenir la anemia materna, la sepsis puerperal, el bajo peso al nacer y el nacimiento prematuro se recomienda que las embarazadas tomen: Un suplemento diario de hierro (30 a 60 mg ) y ácido fólico (0,4 mg) vía oral.

Cantidades y etiquetado

Las cantidades recomendadas de nutrientes varían dependiendo de la edad y el sexo de la persona. Son lo que se conoce como CDR (Cantidad diaria recomendada) o Ingesta adecuada (IA).

  • En el etiquetado del suplemento dietético se selecciona un valor para cada nutriente, conocido como valor diario (VD). Este suele ser similar al CDR o IA de cada persona.
  • Además, en la etiqueta viene indicado en %VD, por lo que se puede conocer en qué porcentaje cubre la cantidad diaria recomendada.

Lo que debes saber…

    • Los suplementos dietéticos no pueden remplazar una dieta variada y saludable.
    • Los alimentos no solo aportan las vitaminas y minerales necesarios diarios, sino que aportan otros componentes muy beneficiosos para la salud, como por ejemplo las fibras.
    • Pese a ello es cierto que pueden ser necesarios los suplementos alimenticios en determinados momentos de la vida, siempre que sean recomendados por un profesional de la salud.